Para mantener el cambio climático por debajo de niveles peligrosos, la comunidad internacional está de acuerdo en que la temperatura media del planeta no debe superar los 2 ºC por encima de la temperatura previa a la era industrial. Por eso la UE se esfuerza para:
- reducir las emisiones de los países miembros
- animar a otros países grandes contaminantes a adoptar medidas enérgicas
- abordar los efectos inevitables del cambio climático.
– Objetivos para un crecimiento ecológico
Si se toman medidas ahora para combatir el cambio climático se pueden ahorrar costes humanos y económicos a largo plazo. La demanda creciente de tecnologías limpias también ofrece oportunidades para modernizar la economía de Europa y crear crecimiento ecológico y empleo.
Para 2020 la UE se ha impuesto objetivos vinculantes en materia de energía y cambio climático con el fin de:
- reducir las emisiones de efecto invernadero de la UE un 20%, como mínimo, con respecto a las de 1990
- aumentar al 20% la parte de las energías renovables en el consumo total de la UE
- mejorar la eficiencia energética para reducir el consumo de energía primaria un 20% con respecto al previsto.
La UE se ha ofrecido a aumentar la reducción de emisiones de un 20% a un 30% antes de 2020 si otras economías importantes se comprometen a asumir su parte correspondiente de esfuerzo de reducción global.
En octubre de 2014 los responsables de la UE acordaron nuevos objetivos en materia de clima y energía para 2030 . Entre ellos figuran:
- una reducción del 40% (como mínimo), con respecto a los niveles de 1990, de las emisiones de gases de efecto invernadero
- una cuota mínima del 27% de energía procedente de fuentes renovables
- una mejora mínima del 27% en eficiencia energética.
A largo plazo, será necesario reducir aún más las emisiones para evitar que el cambio climático alcance niveles peligrosos. La UE se ha comprometido a reducir sus emisiones, antes de 2050, entre un 80% y un 95% con respecto a los niveles de 1990 como parte del esfuerzo colectivo de los países desarrollados por hacer lo mismo.
En su documento «Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050″ la Comisión Europea expone las maneras más rentables de conseguir reducciones de esta envergadura.
Comercio de derechos de emisión: reducir las emisiones al menor coste
El régimen de comercio de derechos de emisión es la piedra angular de la estrategia europea sobre cambio climático desde 2005. Gracias a él, se van reduciendo poco a poco y a menor coste las emisiones de la industria.
El «techo» de las emisiones de las industrias con gran consumo energético (como la de generación de electricidad, la siderúrgica y la cementera) se baja cada año. Las empresas ceden derechos de emisión por cada tonelada de CO2 que emiten, lo que supone un incentivo permanente para reducir al mínimo las emisiones. Algunos sectores reciben gratis un determinado número de derechos, pero con cada vez más frecuencia las empresas deben comprarlos en subasta pública o en el mercado de los derechos de emisión.
Prepararse para el inevitable cambio climático
Aunque se pusiera término hoy mismo a todas las emisiones, las que ya están en la atmósfera continuarían modificando el clima durante las próximas décadas. No tenemos más remedio que adaptarnos al cambio climático. Es necesario:
- modificar la normativa sobre construcción para que atienda a las circunstancias climáticas del mañana
- construir defensas contra las inundaciones
- desarrollar cultivos resistentes a las sequías.
La Comisión ha establecido una estrategia para promover y facilitar la adaptación en toda la UE.
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